Colgada en mi pared tengo una talla japonesa,
máscara de un demonio maligno, pintada de oro.
Compasivamente miro
las abultadas venas de la frente, que revelan
el esfuerzo que cuesta ser malo.
El jardín (1953)
Cerca del lago, entre álamos y abetos,
hay un jardín cercado en la espesura,
por mano tan experta cultivado
que está florido desde marzo a octubre.
Al alba allí me siento algunas veces,
que yo también quisiera,
con tiempo bueno o malo,
poder siempre ofrecer algo agradable.
Bertolt, B. (2002). Poemas y canciones. Madrid: Biblioteca Brecht. Alianza Editorial.
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