jueves, 16 de febrero de 2017

Mi nostalgia del año milnovecientosnosequé

Una, dos, doce
horas indecentes aguantan nuestros cuerpos entrenados
desde los primeros años por decenas de docentes
que aplaudieron la metástasis de párpados sellados
y una boca pronunciando mientras duerme
“mi cansancio / mi pavor / mis noches todas”
al acercarse un cuerpo al otro, lentamente
cuando dos almas componen una canción satírica
sobre el dualismo del mundo – norte, sur; depende –,

como unas cuencas vacías buscando sus ojos
tanteo la superficie de una mesa de billar
esperando encontrar el siguiente pozo
donde el agua y la vida se aferren al cubo que baja
y luego sube.